Qué pasaría si todo el tiempo supiéramos que vamos a morir?
Si supieramos (a cada segundo) que ese momento ya fue?
Que somos una partícula ínfima que vibra al ritmo de una
Totalidad que nos trasciende y no comprendemos, es decir, el Universo?
Podriamos vivir tan tranquilos, tan satisfechos con nuestros
autos, nuestras posesiones, nuestro trabajo, nuestros trámites, nuestros logros
?
Cuales serían esas cosas que tomamos como “obligaciones”?
Cual sería nuestra perspectiva si fueramos plenamente
concientes de nuestra mortalidad?
Este es el dilema al que nos enfrentamos, desde nacidos, y sin
embargo nuestra psiquis se las ha arreglado para llevar esto “al fondo del cajon”,
y en su lugar instaura un sistema auto represivo de la angustia, de manera de ser
funcional a la vida misma.
Sin embargo junto con esa angustia, queda enterrado todo lo
que en nosotros hay de creativo, porque lo creativo es la no identificación con
ninguna forma, esas formas que en su momento nos dieron la materia para
construirnos, copiando lo que nuestros padres, nuestra familia y la sociedad
repite como válidos. Lo que no lo es, nos aísla, nos separa, nos asusta, porque
en este lugar no encontraremos aprobación ni contención, estamos librados a
nuestra suerte, como un paria expulsado de su tribu y condenado a morir de
soledad en medio de la selva.
Desde esta conciencia que se identifica sólo con la ley social
heredada , el Ego queda fijo en el “deber ser” que cree que es propio, y como está sostenido por
todo tipo de muletas para, a pesar de todas las pruebas que indican lo
contrario, seguir convencido de sí mismo y de su importancia, entonces va
enterrando la pulsión libertaria más y más, cada grito de angustia, cada deseo
prohibido, todo va quedando oscurecido por esta máscara que no somos, pero que
alegremente queremos vendernos y venderle a los demás.
Los planetas transpersonales, Urano, Neptuno y Plutón, son
los que en la Carta Natal nos conectan con eso trascendente, pero si nuestras
defensas son muy firmes (si estamos muy adaptados) estas energías las viviremos
como descontrol, pérdida de la conciencia, locura, miedo, y no querremos que
nada nos saque de la forma que creemos es la más segura. Si supiéramos que NADA
ES SEGURO , quizás nuestra actitud para con el dejarse llevar, el cambio
permanente, la no obligación de sostener nada que ya no sirva, (o sea,
permitirse la destrucción de cualquier forma, situación o pensamiento), serán
habituales, como sucede en la Vida misma, que hay un ciclo que responde a la Naturaleza
y sus requerimientos, en donde el Caos está comprendido, es un momento en donde
no hay formas, o están todas las formas posibles, infinitas posibilidades y
combinaciones. El momento de máxima creatividad.
Estas posibilidades
están en la Naturaleza, y nosotros, como sus Hijos, las heredamos.
Sólo atravesando la armadura que nos forjamos para no
sufrir, que irónicamente nos trae más sufrimiento porque los esfuerzos que debemos
hacer para sostenerla son enormes e ineficaces, porque se nos cuela la angustia
de ese ser que vive dentro nuestro y que no reconoce leyes sociales ni pactos
civilizados, porque sabe que son sólo Ilusión, convención social o psíquica
para vacunarse del dolor de la muerte y la desaparición del yo en medio del
Universo, y que encima a éste, le
importa un comino.
Este pobre ser, escondido, oscuro y salvaje, tiene en sus
manos la posibilidad de darnos la felicidad que anhelamos cuando nos compramos
el I pad.
Su grito egoísta y vivo, hace revivir nuestro corazón que
hasta este momento bombeaba agua destilada. “Esto soy” – y aunque suene raro,
ese descubrimiento de que somos únicos, y que tambien somos salvajes, es el que
nos volverá a reconciliarnos con La Vida-Muerte.
Comentarios
Tal vez por la fuerza del aspecto Saturno Plutón que me moldea, ciertos aspectos de tu ensayo me son extraños aunque comprensibles.
Sabemos que somos de casta muertos pero este hecho, que a medida que avanza la vida se hace más presente, no puede castrar, como dices, el deseo de vivir. Pero las represiones e inhibiciones se manifiestan no sólo por:
la coerción de Urano, pues su manifestación excesiva puede causar rupturas y tensiones que en lugar de cristalización de ideas daría lugar a manifestaciones fuera de normas sociales;
ni por los excesos de Neptuno, o su expresión libre y sin tapujos, que puede llevar a expresiones antisociales, a uso de drogas, ideologías utópicas extemporáneas que pueden llegar a justificar el mal de lo menos buscando el bien del todo (la muerte del individuo por el bien social, por ejemplo);
ni por la manifestación sin control del poder transformador de Plutón que puede dar lugar a manipulaciones emocionales de todo tipo, eso sí, porque yo estoy por encima del resto.
El origen del Universo está en el caos (crisis) y la creatividad puede nacer en un momento de crisis o en tensiones psicológicas que los producen, pero estas circunstancias no sólo las transmiten los planetas transpersonales.
¿Podrá Quirón producir estados que dispongan a la creatividad?.
Me admiran los artistas y el arte. Cordiales saludos. Galefod.
Gracias por comentar.
Para esto bien está la carta astral que, como sabemos, muestra una estructura de la personalidad, una ruta que ha de seguir el caminante anunciando los tiempos de crisis, transformación y crecimiento. Sasportas nos ha mostrado el camino de interpretación en su "Los dioses del cambio" que conecta plenamente con tu planteamiento. Gracias.