Planetas, elementos y personas.



Pensamientos acerca de planetas, elementos y nuestros vínculos . 




Cada vez que en una situación nos encontremos con puntos de vista diferentes al nuestro, tenemos que tener presente desde donde (en el sentido astrológico) estamos dando nuestra visión. 

Uno de los factores que jugará un gran rol es la posición de nuestra luna en la carta. Mirándola por elemento, signo, y aspectos, nos da la idea de la tendencia general de la persona. 

Esto es importante en las sinastrías de cualquier clase, ver “las lunas” de ambos integrantes , si comparten tendencias similares o pueden ser básicamente conflictivas entre sí, ocasionando roces y problemas. 

James R Reed artwork.

Supongamos que tenemos la luna en un signo de tierra, cualquiera de ellos. Si la luna es sustancia básica (la tierra, la parte material ) tendremos tendencia a lentificar los procesos , necesidad de darle forma sólida a las cosas, muy práctica; poco amiga de los cambios bruscos, mucho contacto con lo corporal. Si la otra persona tiene la luna en aire, será más rápida, más social, más mental o abstracta. A partir de esto podemos tener dos puntos de vista muy distintos de una misma situación. 

Esto hay que tomarlo en cuenta en los vínculos, ya que si la Luna necesita determinada cualidad energética para sentirse cómoda, el hecho de la negación de ella puede generar angustia o sensación de insatisfacción o incomprensión. 



Lo mismo, si soy Luna-Venus preferiré los acuerdos y alianzas, mientras que si soy Luna Marte, seré más activa o confrontativa. Ante una situación de pelea, una elegirá la flexibilidad mientras que la otra será mas dura . Tiene que ver con que en cada caso, la luna se altera o modifica con las cualidades esenciales de los planetas que la aspectan, y por supuesto, del signo en el que está. En una habrá ganado humedad (flexibilidad) mientras que en la otra, sequedad (dureza) . Tambien es digno de tomar en cuenta cuando observamos los vínculos… 

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Mercury (pencil) by Goltzius, Hendrik (1558-1617)


Mercurio puede generar dificultades de comunicación si están aspectados entre sí por cuadratura u oposición. Son distintas maneras de racionalizar o llevar a la conciencia mental las experiencias; lo que está en juego aquí. Mientras un mercurio en virgo o en tierra analiza cada detalle de la conversación, otro en aries o en fuego puede “largarse” a hablar tal como le viene, hacer síntesis de pensamientos a mucha velocidad, pero con la posibilidad de saltearse los detalles que componen el asunto. Lo mismo pasaría, si ese Mercurio estuviera aspectado con la Luna o Venus, o Marte. 

Cada elemento o mejor dicho cada cualidad esencial es bueno para algunas cosas y malo para otras. La astrología nos permite conectar con nuestra singularidad. Yo no razono, siento, etc, igual que el otro. No me vinculo ni tengo los mismos gustos que los demás. 

. No puedo tener el mismo punto de vista del otro, porque soy distinto. No puedo entonces juzgar pensamientos o actitudes desde mi lugar acotado a lo que la propia carta natal propone -que no es nuestra cárcel sino un limitado dibujo bidimensional de nuestro ser proyectado en el cosmos infinito- 

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En la carta también hay puntos que parecieran contradecirse entre si. Puedo tener la luna en tierra, aspectada con venus, Saturno, etc. Pero si en otro lado soy sol-marte-júpiter en signo de fuego, entonces ahí seré ambas cosas. Puede que me guste eso de mi, o que no me guste. Son esas “contradicciones internas”. 

Para esto, también es muy útil la astrología. Reconocer la existencia de estas cualidades en uno mismo, nos servirá tanto física como mental y psíquicamente. Desde lo físico, al conocer el temperamento y la constitución básica, puedo alimentarlo y cuidarlo como necesita. Desde lo psíquico y mental, es tranquilizador estar al menos consciente de esas contradicciones. Incluso al simbolizarlas, es más fácil comprenderlas. 

También nos permite –al conectarnos con nuestra singularidad- trascender los mandatos con los que no nos identificamos, pero que solemos cumplirlos por estar justamente vinculados a la sociedad, la familia, etc. No necesariamente lo que es “bueno” o “aceptado” es bueno para mi, según mi carta. 

Escher, drawing


Esto no quiere decir que uno vaya por la vida reafirmando su “singularidad” desde el ego (“yo soy asi, si no les gusta…”) . Sino desde un concepto más de red, más de “humanidad” y también de mayor humildad. La energía propone firmeza en algunas cosas, y flexibilidad en otras. Por eso es Venus (flexible) y no Marte (duro) quien gobierna los encuentros y los acuerdos: en ambos casos es necesaria la fluidez. Si marte está allí, romperá el acuerdo. 

Cada singularidad es única –valga la redundancia- pero la humanidad también es un cuerpo vivo que está unida entre sí más allá de sus diferencias . Por eso existen los planetas “sociales”: Jupiter y Saturno. Entre los dos nos introducen en las ventajas y los deberes de pertenecer a una sociedad. Nuestras primeras experiencias de Jupiter y saturno, nos vienen de "afuera". Nuestro primer "no". Nuestro primer "guia" . Luego esa energía resonará con algo dentro nuestro, y así nos conectaremos con la sociedad: expandiremos con filósofos y pensadores; y contraeremos, con leyes y relojes.  Tendremos esperanzas y las sostendremos con tiempo y estructura, y así algunas se harán realidad. Así es como esos planetas se compenetrarán con nosotros, o mejor dicho, así esa energía que viene de la sociedad, despertará lo mismo en nosotros . 

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